“Soy un ser superior”. Harold Shipman, el mayor asesino en serie de la historia de Reino Unido.
Shipman era adicto a las drogas y mataba a sus pacientes en las visitas médicas con una inyección letal de morfina. Las estimaciones cifran en + de 200 los asesinatos perpetrados por “El doctor Muerte”. Murió ahorcado en 2004.
«Mi madre tenía fe total en él y eso es lo más doloroso para mí: puedo verla sonriéndole mientras él le ponía aquella inyección; ella creía que era para curarla», recuerda Chris Bird, directivo del Manchester City, cuya madre, murió en 1993 por una sobredosis de morfina inyectada por el doctor, quien escribió en el certificado de defunción que había muerto de un ataque cardiaco
John Pollard trabajó con Shipman y tiene su propia teoría sobre los motivos de este médico:
«Creo que la única explicación válida para esto es que simplemente disfrutaba viendo el proceso de la muerte y disfrutaba el sentimiento de controlar la vida y la muerte, literalmente eso».
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